Guiones de series: Patrick Melrose

Guiones de series: Patrick Melrose

Miniserie basada en las novelas del autor británico Edward St. Aubyn, publicadas entre los años 1992 y 2012. El escritor se basó en sus experiencias personales para contar esta historia que tiene gran parte de autobiográfica, pues él mismo se crió en un entorno similar al del Patrick Melrose de sus novelas. St Aubyn empleó la escritura como una forma de afrontar sus propios traumas de infancia y todos aquellos asuntos pendientes de resolver con su familia y con su padre en particular.

La adaptación televisiva estuvo a cargo de David Nicholls quien escribió los cinco episodios de la serie, bajo la dirección de Edward Berger.  Nicholls ha publicado cuatro novelas, entre ellas el éxito de ventas internacional  Siempre el mismo día, adaptado al cine por la norteamericana Lone Schiefeld. También es escritor de guiones para la televisión y el cine. 

“Los libros fueron fascinantes porque nunca fueron concebidos como una especie de saga. Fueron escritos uno por uno, y después de cada libro, pensó que ese era el final de la historia ” - David Nicholls sobre St. Aubyn. 

Para la serie, en lugar de llenar los espacios de tiempo entre los eventos de la vida de Patrick para crear un drama familiar más “convencional”, Nicholls baso su adaptación en la estructura de los libros, que se presentaban como una instantánea de la vida del personaje.

En 2018 la serie recibió la nominación en los premios Primetime Emmy al mejor guion de serie limitada, telefilme o especial dramático. 

La serie debe su nombre a su protagonista Patrick Melrose, un narcisista, equizoide y alcohólico suicida, quien tras la muerte de su padre intenta superar sus adicciones y demonios vinculados al abuso ejercido por su padre y a la negligencia de su madre. 

El primer episodio adaptado del libro "Bad News", específicamente, fue contado a través de los ojos de Patrick, y dado que es el tipo de personaje que absolutamente no dice lo que siente, la voz en off se convirtió en una parte clave del episodio. A pesar de ser un recurso peligroso, el libro justificaba su uso, al estar en ese extraordinario estado mental esquizofrénico y maníaco donde la persona se comunica con él mismo. 

La primera vez que el público escucha la voz interior de Patrick es cuando el adicto viaja en un taxi después de enterarse de que su padre ha muerto.

"La yuxtaposición del brillante horizonte de Manhattan fuera de la ventana fue escrita específicamente para jugar con la sacudida de la mano de Patrick y sus ojos salvajes mientras intenta desesperadamente estar sobrio. Es la mejor experiencia subjetiva" - Nicholls.

Nicholls también quería asegurarse de mantener intacto el marco temporal de finales de mayo en su versión en pantalla.

"Cada uno de los libros tiene una sensación estacional muy fuerte" - DN

En "Bad News" es un verano hermoso en Nueva York, pero Patrick nunca se quita el abrigo. Siempre está sudando, siempre está temblando: habla de su abrigo como su caparazón. Este hombre, donde quiera que vaya, siempre estará un poco más incómodo que todos.

Lee el guion del primer episodio de la serie AQUI.

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Lee el guion de Pretty Woman

Lee el guion de Pretty Woman

Por Nayib González

Durante los 90s, Hollywood tuvo bajo el resplandor a la famosa
actriz Julia Roberts, quien se convirtió en la reina de las comedias
románticas. Pero su éxito no hubiera sido sin el moderno cuento de hadas, que
protagonizó junto con Richard Gere y que fascinó por completo al público; Pretty Woman.

Escrita por J. F. Lawton, un guionista y director, quien a pesar de su dislexia, se encargó de proporcionar historias en los años 90s como “Alerta máxima”, “Mistress”, “Reacción en cadena”, y “The hunted”.  Lawton era un joven curioso que observaba sus alrededores con mucho detalle, y quien bajo la influencia de su padre, el novelista Harry Lawton, comenzó a escribir pequeñas historias y obras donde representaba aquello que lo rodeaba.

Por mucho tiempo Lawton escribió una gran cantidad de guiones que con dificultad lograba vender. Hasta que finalmente, a finales de los 80s, el Sundance Institute aceptó su guion nombrado “3,000”; título original de la película que conocemos como Pretty Woman.

La película cuenta la historia de Vivian Ward, una prostituta de
Hollywood quien se encuentra con Edward Lewis, un empresario reconocido. Tras
ser contratada como acompañante por Edward, Vivian conquistará el corazón del
famoso rompe corazones.

Aunque Pretty Woman es conocida como una de las comedias románticas más icónicas dentro del cine, originalmente la historia era algo distinto y oscuro ; ya que se centraba en hablar más sobre el trabajo sexual que sobre el romance,  conteniendo un final completamente trágico y contrastando con el que conocemos.  Pero eventualmente la productora que poseía el guion cerró, y la historia fue capturada por Disney, quienes proponían adaptarla a una cenicienta moderna.

Con dificultad Lawton cumplió las ordenes de Disney y transformó la historia por completo. Fue aquí cuando el director Garry Marshall fue involucrado al proyecto, conocido por películas como “El diario de la princesa”, “The flamingo kid”, “Dia de san Valentín”, “Runaway Bride”, “Beaches” y la serie televisiva “Happy Days”.

Y así, Marshall y Lawton junto con el resto del crew, crearon la
cautivadora película de Pretty Woman.

Comenzamos conociendo a los protagonistas junto con sus
características. Edward Lewis, un hombre de negocios adinerado, quien se
encuentra de viaje en Los Angeles para cerrar un gran trato que hará crecer su
negocio. A la vez Edward es el hombre por el que todas las mujeres mueren, pero
que nunca tiene tanto éxito dentro sus relaciones.

Por otra parte tenemos a Vivian, una joven prostituta quien se encuentra
en necesidad de dinero para poder pagar su renta. Sin embargo, las noches para
Vivian se vuelven largas cuando no tiene la suficiente clientela.

Y entonces aparece el incidente incitador de la historia; Edward
intenta volver a su hotel en Beverly Hills pero termina perdiéndose en
Hollywood Boulevard, en donde conocerá a Vivian quien lo guiara a su destino
correcto.

Pero Edward es un caballero e invitará a Vivian a pasar una noche
con él, y es está noche lo que cambiará el mundo ordinario de ambos,
mostrándonos el primer plot.

Ambos tienen una cita fuera de lo común, en donde conversan de sus
vidas personales, sus gustos y terminan teniendo relaciones sexuales. La mañana
siguiente, tras la llamada de su abogado, quien le propone a Edward llevar un
acompañante a su junta de negocios, Edward le ofrecerá una gran cantidad de
dinero a Vivian para que pase el resto de la semana con él.

3,000 dólares será la cantidad que Vivian no podrá rechazar, y al
aceptar entraremos al acto dos.

Vivian comenzará adentrarse en un mundo desconocido en ésta
primera parte del segundo acto. Su lucha con formar parte de Beverly Hills
comienza, tendrá que aprender a sentarse, a cenar correctamente y sobretodo, a
vestirse adecuadamente. Esto no será fácil para ella, ya que muchos obstáculos
la harán dudar de su decisión.

Pero entonces llegamos al midpoint, su gran transformación. Vivian
cumple con todas las características externas de una joven de alta sociedad ,
aun manteniendo con firmeza quien es ella realmente, dejando a todos los del
hotel y a Edward completamente sorprendidos.

La relación entre Vivian y Edward comenzará a ser más intima y
cercana de lo que ya habíamos conocido, aun con los pequeños conflictos que se
cruzarán en el camino. Pues en un evento donde Edward le confiesa quien es
realmente Vivian a su abogado, ella será ofendida por éste mismo, lo que
causara una gran pelea entre Vivian y Edward, y catapultará las emociones
siguientes.

Para compensar el haber hecho sentir mal a Vivian, Edward la llevará
a la opera y a muchos lugares más, que nos harán desear que estos dos terminen
juntos.

Y entonces llegamos al segundo plot, pues finalmente Vivian acepta
que se ha enamorado de él, pero Edward será claro al decirle que no podrá darle
lo que quiere. Entonces Vivian tomará la decisión de alejarse para seguir con
su vida.

Con los corazones rotos pero las mentes claras, ambos tomarán
decisiones en su vida que nunca hubieran tomado. Mientras que Vivian decide
viajar a San Francisco para terminar sus estudios, Edward finalmente cerrará el
gran negocio con una alternativa no esperada por sus socios, pero siendo ésta
la más correcta.

Entonces Edward enfrentará sus miedos, e ira a rescatar a la
princesa del último piso; concluyendo la historia con una final feliz y de
cuento de hadas. Pues Vivian y Edward finalmente estarán juntos.

Pretty Woman es hasta el día de hoy la comedia romántica que más
se reproduce en la televisión. En su año de estreno fue la película más taquillera,
y su trabajo llevó a Roberts a ganar un Golden globe, y al guionista Lawton a
ser nominado a diversos premios por su gran escritura.

Garry Marshall fue reconocido por generar trabajos que mejoraban
la percepción de la mujer dentro de la televisión. En 2016, a sus 81 años,
murió debido a una neumonía.

El año pasado Pretty Woman fue convertido en un musical por
Broadway, y en su gran noche de arranque Julia Roberts presento tributo a
Garry; su amigo y director.

El guion paso por diversos procesos de transformación, y poder ser testigo de ésta es completamente fascinante. Por eso, te dejamos aquí el guion original para que decidas que versión te gusta más.

¿Pretty Woman o 3,000?

Lee el guion AQUÍ.

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Sísifo en un hotel de lujo

Sísifo en un hotel de lujo

Por Gustavo Ambrosio

Iniciaré recordando a tres personajes desagradables que se
sentaron detrás de mí en la sala de cine para ver La Camarista de Lila Avilés. No ahondaré mucho, pero definámoslos
con un estereotipo, ya que ellos mismos viven con la tendencia de estereotipar.
Personas cuya visión y comodidad del mundo se refleja en su manera de
expresarse de la película, la cual no referiré por respeto a los lectores y no
hace falta recordar sandeces.

Retomo este recuerdo, porque la película ganadora de Mejor
Ópera Prima en los premios Ariel toca la muy frágil fibra del clasismo
mexicano, el cual sigue dividiendo a nuestra sociedad entre los que ondean su
privilegio, abstracto por cierto, como muestra de su superioridad, de aquellos
que deben sacrificar su propio bienestar, tiempo, afecto y autovaloración en
servir a los individuos que creen que una vida de ese tipo no vale la pena
contarse.

La
Camarista
revive, en un personaje femenino llamado Eve, el mito
Sísifo y lo vuelve contemporáneo. Una mujer cuyo objetivo en la vida es superarse,
en medio de la cultura de la "competitividad", donde todos deben
esforzarse al máximo, comprar la idea de sacrificarse a sí mismos,
"ponerse la camiseta", para lograr un triunfo dentro de la misma
servidumbre. Pero, a veces, esforzarse no es suficiente, y la piedra que
empujamos es más grande que nosotros.

El personaje principal está desarrollado en capas que se van haciendo más y más profundas conforme avanza el largometraje. Eve es, aparentemente, una bomba de tiempo, obligada a contenerse, a limpiar habitaciones, cumplir caprichos, dobletear horarios, quedarse sin ver a su hijo,  para subir a lo más alto de ese edificio donde vive encerrada. El hotel de lujo donde interactúa con privilegiados que la hacen añorar algo que está más allá de las sábanas y alfombras que debe acomodar.

Un vestido rojo, un ascenso y estudiar, las promesas de ese
sistema de elevadores, dinero, limpieza y órdenes. Su vida es el hotel. No hay
más. Y el ofuscamiento que va a generando el trayecto del personaje habla de un
trabajo fino en la dramaturgia y el entendimiento del personaje, tanto de la
directora como de la actriz, Gabriela Cartol.

Sin embargo, mientras a lo largo de la película, se van
soltando pequeños indicios de una posible erupción de carácter en la protagonista,
acomodados inteligentemente en los diálogos, como el asunto del signo zodiacal;
cuando llega el momento climático, hay un giro que, muy al estilo del cine
mexicano contemporáneo, desaprovecha los rasgos potencialmente dramáticos de
Eve y la deja en una especie de berrinche que se queda en la nada.

Ok. Seamos justos. La película y mi propio texto habla de
Sísifo, una vida de "pieza dramática", donde se genera un círculo
vicioso donde nada cambia y la roca que empujamos nos aplasta. Era obvio que el
final de la película respetara este precepto y renunciara a un personaje que
accionara rumbo a un giro trágico o más transgresor.

Pero la autora renuncia a potenciar la carga mítica de su
relato y esa bella escena del vestido y el helipuerto, que era un remate
simbólico de Sísifo, donde el único ascenso que puede obtener el personaje es un
éxito falso, una cima falsa, la cima de un edificio del cual nunca va a salir.
En su lugar, alarga más la película con escenas de relleno innecesario, un remate
que se podría ir completo en una sala de edición.

La puesta en cámara de Avilés se torna interesante, sobre
todo para generar una emoción regente, lo apretujado del espacio, la
interacción de la cámara entre el reparto, la soledad y explotación del personaje,
están bien retratados, pero a la vez, se nota una falta de pericia estilística,
sobre todo en un uso más lúdico del lenguaje cinematográfico y de sus
encuadres. A veces se puede notar que la cámara está en un lugar desde donde se
trata de forzar la visión de la realizadora y no alcanza a funcionar.

Heredera de las tomas fijas y estáticas, tan de moda en
México gracias a Michel Franco, Avilés confiere una apuesta más significativa,
pero que afinará en sus, espero, futuros trabajos en la dirección cinematográfica.
Sobre todo en cuestión del ritmo, hay un fragmento de la película que luce
reiterativo en imágenes, esto puede confundirse con cine ilustrativo el cual, a
estas alturas, no tiene mucho más que decir.

La
Camarista
es una efectiva ópera prima que sienta un precedente de una
voz novedosa como lo es la de Lila Avilés, aún con todo y su final, este filme
logra que nos asomemos a una reflexión en torno a nuestro sistema laboral, a
esas vidas desgastadas tratando de alcanzar el lujo al que solo puede tener
acceso para limpiar o acomodar. Una película incómoda para aquellos que están
acostumbrados a sentarse a ver una película, comer palomitas y fingir que
entienden lo que no entienden.

PD. Merece una mención aparte Teresa Sánchez y la interpretación que hace de Minitoy. Un personaje de apariencia simple que recuerda a la sinceridad y complejidad de los personajes de antaño del cine mexicano.

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