10 hábitos de escritura
Los escritores y en general toda persona dedicada a un oficio artístico, están sometidos a presiones externas e internas que no siempre les permiten desarrollar sus obras y disfrutar el proceso. Sienten la obligación de hacer que las cosas “bien” y sobre todo ser exitosos. Toda esta presión puede ser una primera motivación para estimular el proceso creativo, sin embargo, deja poco espacio para errores y equivocaciones; y es en estos errores donde podemos descubrir y explorar cómo puede funcionar mejor una historia.
Si la presión que sentimos para tener éxito es tan poderosa, podemos terminar saboteando nuestro proceso creativo y nunca descubriremos la mejor y más completa expresión de nuestra historia.
Te compartimos una serie de hábitos que puedes implementar en tu trabajo diario sin miedo a fallar. Solo escribe.
- No empieces las cosas pensando que deben salir perfectas. Todo es un proceso, el primer paso siempre será sacar todo lo que tengas que decir, escribir sin pensar para después reescribir.
- Diviértete. Déjate llevar y disfruta de lo que estas haciendo en ese momento. Se vale probar nuevas cosas y ver a dónde te llevan.
- Piensa en un mantra y tenlo cerca. Puede ser útil para cuando te sientes perdido. Tu mismo puedes escribirlo basándote en lo que quieres mejorar en tu escritura o tu disciplina para escribir.
- Pide ayuda cuando no encuentres la respuesta o no sepas cómo seguir avanzando, todos la necesitamos en algún momento. Aunque sepamos todo de nuestra historia o nuestro personaje, una segunda opinión puede ayudarnos a encontrar una tercera.
- A donde sea que vayas, mantente alerta de lo que puedes encontrar. La inspiración puede venir de cualquier lugar.
- Calla a tu crítico interno, sino nunca te dejará pasar por el punto 1 y 2. No seas tu propio enemigo, cuando el mismo oficio ya cuenta con sus propios obstáculos.
- Dedica un tiempo para ti, no solo para escribir, también para los vicios y actividades de ocio.
- Sé humilde. No eres un genio y cuando compartas tu trabajo, aprende a no ofenderte por lo que otros piensan. Piensa lo que te dicen y analiza si de alguna forma puede serte de utilidad.
- Encuentra siempre otra perspectiva, incluso si es física, desde cambiar de lugar las cosas cuarto hasta el género de tu historia.
- No siempre habrá un “producto terminado”, y eso está bien. Puedes desecharlo o recuperarlo y crear algo nuevo.
Recuerda que nadie puede quitarte el lápiz de la mano, aventúrate en el proceso de tu escritura sin miedo a fallar.
Síguenos en @EscribeCine