El guion, una criatura de celuloide y fantasía.

Una de las figuras más destacadas de la escritura cinematográfica, dentro y fuera de México, es Paz Alicia Garciadiego. Creció en la Colonia Juárez de la Ciudad de México; desde pequeña comenzó su fascinación por las historias de todo tipo, sobre todo con la literatura mexicana en la época de la revolución.  Estudió Letras españolas y estudios latinoamericanos en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, comenzando una carrera en la docencia e investigación que se intercalarían perfectamente a lo largo de su vida.

Tras su paso por la Secretaría de Educación Pública, donde ganó en 1981 el segundo lugar en el Primer Concurso Nacional de Historieta, conoció a Arturo Ripstein, su pareja tanto en la vida personal como en el cine. Con él creó una mancuerna que refleja una estética particular en cada guion y en su traslado a la pantalla.

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En 1986 escribió su primer guion cinematográfico para el largometraje El imperio de la fortuna y en 1987 El gallo de oro, su segunda película.

Su trabajo ha constituido una nueva forma de adentrarse a la psicología y desarrollo de personajes complejos, donde su gran manejo del lenguaje y la narrativa han hecho que el mundo voltee a ver y leer sus apasionantes historias que le han valido numerosos premios y reconocimientos.

Con quince largometrajes en su trayectoria, siete premios nacionales e internacionales entre los que destacan un León de Oro al Mejor Guion Cinematográfico por Profundo carmesí en el Festival de Venecia en 1996; un Premio al Mejor Guion Inédito por El coronel no tiene quien le escriba  en el marco del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba en 1998, y la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico en 2014, por mencionar algunos.

Este año recibirá el Ariel de Oro a la trayectoria en la ceremonia de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

Uniéndonos a la celebración, te compartimos unos pequeños consejos de guion que rescatamos de una entrevista realizada a Paz Alicia Garciadiego para el libro Antes de la película de Ana Cruz.

  • Escribo y describo como si yo fuera la cámara.
  • En una adaptación, leo el libro dos veces y lo guardo en el fondo del librero. Si hay alguna duda, hay que recurrir a lo que se encuentra en la cabeza y a la propia intuición.
  • Los libros sobre “cómo escribir guiones” no son útiles, el arte no se puede enseñar en manuales.
  • Los personajes se crean a partir de la contradicción, apuntar más a sus vicios que a sus virtudes. Es en los vicios y en los pecados donde radica la verdadera humanidad.
  • En el cine, la cámara sigue a un personaje activo, es muy importante entender eso. El cine filma acciones, no meditaciones.
  • El cine es una carrera para llegar al final. Para escribir un guion hay que saber cómo lo vas a empezar y cómo lo vas a terminar. Si no tienes el final, no tienes película.
  • Si vas a hacer una adaptación, no te acerques al autor; no son enemigos, pero tienen diferentes puntos de vista.
  • Cada película tiene su propia escritura.

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