La Hibris de Ana por Estephani Aguilar

Mi nombre es Ana, mis padres me crearon sin que yo lo deseara, antes de venir aquí, jugaba a volar y cruzar entre universos, ahora no tengo mis alas. Tengo una herida en el brazo izquierdo, desde la muñeca, hasta la axila, pensaría que mi corazón podría volcarse y salir por ahí. Yo no quería estar aquí.

Soy la hija más pequeña, mis tres hermanos se han encargado siempre de “cuidarme” y hacerme fuerte, como ellos. Cuando tenía 6 años me rompí las dos piernas intentando volar, salté desde el primer piso, ellos decían que lo iba a lograr.

Mi papá me cargó esos meses, hasta que se destrozó la espalda y se le acabaron las ganas.

Como no podía salir a jugar, mi madre me peinaba como a sus muñecas, me jalaba tanto el cabello que siempre me dolía la cabeza. Mis hermanos me molestaban y me ponían apodos crueles. Ese año aprendí a tocar el piano, un hermoso piano de cola que heredamos de la abuela.

Con el tiempo recuperé las ganas y la fuerza para caminar, aprendí a correr, a saltar, lo hacía más alto que mis hermanos, más alto que todos en clase, fui la mejor de la escuela, luego vinieron las olimpiadas, luego las medallas… Amaba la sensación de sentirme en el aire por unos instantes y luego caer en blandito. Hasta que un día, de nuevo, me rompí una pierna. Esta vez mi padre no podía cargarme y a mi madre no le interesaba que fuera su muñeca, estaban ocupados con su separación año tras año.

Después del incidente, tenía tanto miedo a las alturas, que no podía tomar clase por que mi salón estaba en el tercer piso. Mi padre tenía que acompañarme todos los días hasta la puerta, tenía yo 16 y lo necesitaba ahí.

Hace 5 años terminé la carrera. El dinero lo llevo yo a casa. Mis hermanos piensan que debería casarme, dicen que necesito abrir mis alas y salir de casa de mis padres, pero  a mi me gusta abrazar a mi padre y cuidarlo como el me cuidó cuando era niña. Ahora está viejo y enfermo y mi madre fuera de la realidad, enferma también supongo. No entiende nuestro vínculo. Por las noches toco el piano para él, siento que me escucha y sonríe por dentro.

Tengo 2 amigos, uno es el chico de la farmacia que siempre trae las medicinas de mi padre.

El otro es mi vecino, a veces, lo visto en su casa, platicamos un minuto y tenemos sexo 5, luego me voy. Mi madre me dice que debería formalizar con él, pero en realidad no es lo que quiero para mi ahora. No siento amor por él.

Mi más grande deseo es que mi padre se cure, que pueda caminar y saltemos del paracaídas, pienso que eso puede arreglarlo todo si al final, no se abre.

 

La Hibris de Ana

Autor: Estephani Aguilar Silva

Taller de creación de personaje

Profesora: Ximena Escalante

Mayo 2018