12 propósitos de año nuevo para guionistas

El inicio de un nuevo año siempre es emocionante, nos llena de ilusión, se presenta frente a nosotros como una nueva oportunidad, como una página en blanco que pide ser llenada con historias aún mejores que las que vivimos el año anterior: ¡Borrón y cuenta nueva!

En este ánimo de celebración por una año más que tendremos para escribir relatos apasionantes, para la o LAS pantallas, les traigo doce propósitos que todo guionista debería cumplir a lo largo de los próximos doce meses para llegar un poco más satisfechos al final:

 

  1. Escribir diariamente

Este no debería ser un propósito, sino una disciplina ya muy bien asimilada por todos nosotros, aunque lo cierto es que no siempre cumplimos con esta regla básica para el escritor. Escribir diario no significa necesariamente sumarle 2, 5 o 20 páginas a tu guión todos los días, ¡la cosa es escribir! Lo que sea… una página de guión, un cortometraje, una sinopsis, dos páginas de argumento, la escaleta de una serie, un artículo de opinión, una reseña, un cuento, un poema, tres páginas más al guión de largometraje… el músculo de la escritura creativa debe ser ejercitado permanentemente. (Ojo: no cuentan los mails, ni los tweets, ni los memes).

  1. Coescribir

La experiencia de escribir una película, una serie, o cualquier tipo de proyecto audiovisual en conjunto con otro u otros guionistas, será siempre satisfactoria y llena de aprendizaje. Ver a un colega trabajar con soltura en terrenos que a ti se te dificultan más (como algún género, un formato, una dinámica de trabajo, o temas específicos como diálogos, estructuras, etc.), te dotará de herramientas para sortear mejor ese reto la próxima vez que te toque hacerlo solo.

  1. Ver dos películas nuevas cada semana

Me refiero a películas nuevas PARA TI, no necesariamente a los estrenos de la semana en cartelera. Lo mejor es un equilibrio. Hazle espacio en tu agenda semanal a esa película clásica que aún no has visto, y después ve qué hay de nuevo en el conjunto de cines más cercano. Busca en las salas alternativas el ciclo de ese director que todavía no descubres, o la filmografía de un país muy alejado al tuyo, y mantente siempre nutrido de historias.

  1. Filmar

No necesita ser algo complejísimo, que requiera de un equipo de 20 personas, una semana de rodaje, catering, tramoya, iluminación, arte y demás. Tampoco necesita ser tu obra maestra, ni la película (corta o larga) que dará de qué hablar en todos los festivales de cine esta temporada. Escribe algo que puedas realizar con el equipo que tienes a la mano y fílmalo, experimenta la transformación de las palabras en imágenes de primera mano. Sube tu película a internet, descubre si la gente se relaciona con ella de la misma forma en que tú lo imaginabas mientras la estabas escribiendo. Esto no quiere decir que te estás convirtiendo en un “director de clóset”, como seguramente te dirá alguien por ahí, sino que estás verdaderamente comprometido con el medio para el que decidiste escribir y quieres conocerlo tan de cerca como sea posible.

  1. Tallerear

Los guiones no nacen siendo perfectos. Muy pocos, de hecho, se filman siendo perfectos. La reescritura es fundamental, y para poder reescribir con mayor claridad y confianza, recibir retroalimentación de otros lectores es algo imprescindible. La visión externa nos hará notar las cosas que están funcionando y las que no. “Tallerear” tu guion con un grupo de colegas guionistas, directores, fotógrafos, o incluso personas no relacionadas tan estrechamente al cine, pero que al final ocupan el lugar del espectador común, nos dará lo necesario para reescribir con mayor confianza.

  1. Conocer lugares nuevos

Si tienes la posibilidad de viajar a otro país, o a alguna región de tu propio país que aún no conoces, ¡pues qué mejor! Pero no necesariamente se limita a eso. Bastará con conocer una nueva cafetería, caminar por un parque que no habías recorrido antes, visitar un barrio por el que normalmente nunca te encontrarías, comer en la nueva fondita de la cuadra, o acudir un museo, etc. Los nuevos lugares para ti resguardan nuevas historias y nuevos personajes, tenlo por seguro.

  1. Aprender algo nuevo

Este va de la mano del anterior. Aprender algo distinto enriquecerá tu forma de ver esta vida, y por tanto, tu forma de retratarla en tus guiones. A veces ayuda aprender un poco de los oficios o disciplinas en las que tus personajes se desempeñan. Qué tal un curso de cocina, o un taller de reparación de equipo de cómputo, o clases de algún idioma o dialecto… lo que no cuenta aquí son los cursos literarios o de cine.

  1. Probarte en todos los géneros

Así de simple. Acepta el reto y trata, por lo menos, de escribir un par de páginas en las que explores distintos géneros, tanto dramáticos (melodrama, comedia, pieza), como cinematográficos (western, comedia romántica, slasher) y literarios (cuento, novela, ensayo). Es la única forma en la que te conocerás mejor como escritor.

  1. Tener siempre algo de escritura por placer

Si estás trabajando en proyectos de escritura por encargo, es fundamental tener siempre un proyecto más personal y cercano en el que puedas escribir paralelamente, para que la escritura creativa no deje nunca de ser una actividad placentera para ti. Es muy común que la gente diga que lo mejor que te puede pasar en esta vida es trabajar haciendo lo que te gusta, pero yo no estoy tan seguro, hacer lo que te gusta nunca debería convertirse en un trabajo.

  1. Visitar un set

Aunque sea para que te corran de él, como al Charlie Kaufman interpretado por Nicolas Cage en la estupenda Adaptation, de Spike Jonze. Este propósito está relacionado con el número 4, cuando decidimos poner nuestras letras al servicio del medio audiovisual, tenemos que asumir también la responsabilidad de entenderlo a profundidad, y aunque nuestra personalidad de escritor no empate mucho con la de las personas que se mueren por vivir siempre en llamado, en los sets de cine o TV, no podemos dejar de visitar alguno para entender cómo es que cada miembro de la producción se relaciona con tu guion. (Sólo no se vale llorar si ese guión no resulta  ser útil en el set más que para abanicarse en días calurosos).

  1. Enamorarte/Desenamorarte

“Having your heart broken is a tremendous way to learn about the world”, le dice a su hijo el personaje de Doroteha, interpretado por Annette Bening, en la entrañable 20th Century Women de Mike Mills… y tiene toda la razón. Este es el punto más cursi que decidí incluir en los propósitos porque, de alguna forma, estoy convencido de que las mejores historias las escribimos cuando nos enamoramos, o cuando nos han roto el corazón.

  1. Hacer ejercicio

Sí, este último lo robé tal cual de todas las listas de propósitos que comúnmente se hace la gente en año nuevo, porque seamos sinceros, muchos de nosotros guionistas tenemos muy mala condición física. Nuestra actividad la desempeñamos principalmente sentados frente a una computadora, mal alimentados (porque al guionista rara vez se le paga, o se le paga poco), y no podría pensar en condiciones más preocupantes para la salud de una persona. Por eso es importante adoptar en nuestra vida cotidiana alguna actividad física, como salir a caminar, o a correr, o visitar el gimnasio de vez en cuando. Varios colegas han encontrado en la natación la mejor opción para ejercitarse y relajar la espalda (que resulta la más afectada por el estilo de vida del escritor), así que, ¿por qué no intentarlo?

 

¡Mucha suerte, y feliz año de escritura!

 

Por Rafael Martínez

@rafaelmtzgarcia