Escribiendo personajes femeninos

Aunque los espectadores no tienen a la mano el guion para conocer los rasgos y atributos de los personajes que como guionistas escribimos, aquella descripción funciona como una base para su representación en la pantalla y por tanto en la forma en cómo será apreciada e imitada por otros.

Cuando estamos escribiendo esas primeras líneas del guion y comenzamos a presentar a nuestros personajes, muy pocos nos damos a la tarea de ser conscientes de las palabras que estamos utilizando para describirlos. Normalmente se usan palabras genéricas que no permiten visualizar al personaje y aproximarnos a su esencia; se incluyen pocos detalles como una edad estimada o adjetivos rápidos. 

Por tanto, si consideramos estas breves descripciones como una guía para un actor o actriz que busca crear el retrato de un ser humano vibrante, único y multidimensional, palabras como “piernas largas”, “erótica”, “seductora” o “hermosa”, se quedan cortas. 

En los detalles surgen algunas tendencias frustrantes, cuando se pasa mucho más tiempo describiendo el nivel de belleza de los personajes, sobre todo de los femeninos. También sucede que se intenta cubrir la belleza de un personaje femenino, para que no parezca tan hermosa que resulte inalcanzable. Quizás la mujer no sepa lo bonita que es, o hay una pequeña imperfección agregada para hacerla identificable. Las mujeres son relegadas al rol de objeto de deseo, o al rol de alguien que debe motivar la acción para el protagonista masculino.Está forma de concebir a nuestros personajes femeninos reflejan la forma en cómo vemos a las mujeres y los roles que creamos para ellas.

Aunque tengamos muchas razones para querer describir la apariencia de un personaje femenino, no debemos olvidar que ese personaje es un individuo. Te compartimos una serie de consejos para profundizar en la construcción e introducción de nuestros personajes femeninos. 

Ella tienen un pasado.

Piensa en tus personajes, masculinos o femeninos, como personas reales y vivas. Con un pasado. Y un futuro. Sus experiencias han dado forma a quiénes son y cómo actúan dentro del mundo de la historia. Para algunos escritores, escribir una biografía es útil. O tal vez quieras escribir algunas entradas de diario desde la perspectiva de tu personaje. Tal vez solo tengas una idea aproximada en tu cabeza de dónde han estado tus personajes y hacia dónde se dirigen. No importa lo que funcione para ti, siempre que reconozcas que tus personajes existen fuera del guion que estás escribiendo.

Ella está completa.

Los personajes realistas son completos. A veces son graciosos, a veces son serios. A veces tienen éxito, a veces fracasan. Y a veces simplemente hacen cosas realmente estúpidas, inteligentes, mediocres o inútiles. El énfasis que pongas en los aspectos de su personalidad dependerá del género que estés escribiendo. Pero incluso en una comedia, es probable que tu personaje no sea gracioso todo el tiempo. E incluso los dramas más duros suelen tener un momento ligero aquí o allá. ¿Te cuesta hacer que tu personaje se sienta como una persona completa? Piensa en las personas que conoces. Basar personajes en personas que conoces en la vida real, o compuestos de varias personas, es una excelente manera de hacerlos sentir completos.

Ella no es un estereotipo.

No importa si estás escribiendo un personaje masculino o femenino. Si no puede cambiar el género de ese personaje sin una reescritura masiva, entonces probablemente hayas escrito un estereotipo. Hay algunos temas y tramas que naturalmente se prestan a un sexo u otro. Obviamente, si tu historia trata sobre el frente de la Guerra Civil, tendrás problemas para crear una protagonista mujer soldado. Si tu historia gira en torno al cáncer de mama, convertir a tu protagonista en hombre le daría un sesgo completamente diferente. Pero si no puedes elegir un diálogo al azar de tu guion y cambiar el sexo de quien lo dijo y hacer que aún tenga sentido, entonces deberías reconsiderar cómo estás escribiendo tus personajes.

Ella tiene una vida propia. 

Las conversaciones de tus personajes deben girar en torno a algo más que miembros del sexo opuesto, incluso si estás escribiendo un romance. Piensa en tu propia vida, ¿solo hablas de con quién estás saliendo? Probablemente hables de ideas, del trabajo, la familia, etc. Intenta enfocarte en crear personajes que estén preocupados por más cosas que en solo tener sexo.

Ella es una persona.

Independientemente de lo que estén haciendo en tu historia, son personas reales y completas. Tienen sus propias experiencias, sus propias motivaciones, sus propios deseos y sueños. No escribas a una mujer “como si fuera humana” porque es humana (a menos que sea un extraterrestre, pero aun así, conviértela en una persona). Lo mismo ocurre con los hombres de tu historia. Por cada mujer que se escribe como una tonta obsesionada con el matrimonio, hay un tipo que está escrito como un macho sin emociones. Ninguno de los dos es real en la mayoría de los casos. Claro, todos conocemos a personas que se encuentran así en nuestras vidas reales, pero incluso esas personas tienen más profundidad debajo de la superficie; hay razones por las que son así.

Ella no es su cuerpo. 

A veces, la apariencia de tu personaje es importante para la historia. Pero la mayoría de las veces, la apariencia de un personaje no es importante. La introducción de personajes es el único punto del guion en el que tienes un margen de maniobra para describir cosas que no puedes ver en la pantalla, ¿vas a desperdiciarlo en el hecho de que tu personaje es rubio? No lo hagas. En cambio, danos una idea de quién es realmente tu personaje. Evita los estereotipos. No digas que tu protagonista femenina es “bonita incluso sin el maquillaje” o “hermosa a pesar de su edad” (o peor: “era hermosa hace 10 años”) o cualquier otro descriptor físico cansado. Si hay algo en su apariencia que es importante para la historia, o que la hace destacar, entonces sí, inclúyelo.

Ella no es su género. 

El género no define tu carácter. Incluso en historias donde el género es un enfoque importante en la historia, tu personaje no es su género. Ella no se define por lo que hay entre sus piernas, ni con qué género se identifica. Ella se define por sus acciones y por sus relaciones con los demás, tal cual como todo personaje.

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