Guiones del Cine Mexicano: Los olvidados.

Por Abraham Jaime Villavicencio

La película de Los Olvidados (1950) retrata una parte de México nunca antes expuesta, en la que la violencia, la podredumbre y la miseria son el pan de cada día de un sector de los infantes mexicanos. La cinta está imbuida de un denso pesimismo con el que se buscó ser tan fiel a la realidad como fuera posible. Al ser un tema tan poco favorecedor para el país y al tratarse de una época en la que el corazón de los mexicanos se henchía de orgullo por este, la película fue tan polémica y tan duramente rechazada y criticada, que su tiempo en cartelera fue menor al de una semana.

El argumento gira en torno a un grupo de niños de la calle y sus acciones vandálicas ante la falta de oportunidades. El Jaibo, otrora convicto, comete un asesinato en presencia de su amigo Pedro, un niño que es rechazado por su propia madre. El homicidio atormenta a Pedro en forma de alucinaciones y pesadillas. El Jaibo, en cambio, se pasea con la misma naturalidad de siempre. En un arrebato de culpabilidad, Pedro grita que el Jaibo es un asesino y este lo mata en venganza. No mucho después de eso, El Jaibo es abatido por el arma de un oficial.

La trama central de la cinta es la antes expuesta, pero al tratarse de una película de muchos personajes, las situaciones que se exponen son diversas. Entre otro de los personajes principales se encuentra Ojitos, un niño que es abandonado por su padre en el mercado y es contratado por un ciego abusador que no hace más que esclavizarlo. “Uno menos… Ojalá los mataran a todos antes de nacer” es una reflexión que formula Ojitos al ver caer a El Jaibo y sin duda alguna es una reflexión que es explorada, a lo largo de toda la cinta, por los autores.

El argumento fue escrito por el afamado cineasta Luis Buñuel en colaboración con Luis Alcoriza. Este último fue un refugiado español en México, exiliado de su país de origen por la guerra civil española. Nació en el seno de una familia del mundo del espectáculo y sus primeros trabajos en México fueron como actor de teatro y cine. Poco después se interesó por el desarrollo de guiones y construyó una solida carrera con sus textos. El Gran Calavera (1949), El Bruto (1953) y La Muerte en el Jardín (1956) fueron algunos de sus primeros guiones. Su carrera estuvo fuertemente marcada por su temprana y estrecha relación con Luis Buñuel, tanto es así que cuando decidió no sólo escribir las películas, sino también dirigirlas, se refirieron a su trabajo como “Buñuel sin Buñuel”.

Luis Buñuel, por su parte, era un realizador español que, al igual que Luis Alcoriza, fue exiliado de España por las mismas razones. Se refugio también en México donde continuo su carrera como director de cine. En su país de origen colocó los primeros adoquines que construyeron su carrea. Junto a Salvador Dalí realizó Un perro Andaluz (1925), un cortometraje de corte surrealista que paso a la historia como un referente principal de esta corriente.

Su primer estreno en México fue casi veinte años después de ese primer cortometraje. Gran Casino (1947) fue una obra desarrollada por encargo con la que Luis Buñuel se posiciono frente a los reflectores como un realizador en demasía talentoso. Su cine se caracterizó por ser delirante, surrealista y complejamente simbólico. El ángel exterminador (1962) es una de sus obras más célebres y un referente clásico de su filmografía.

Luis Alcoriza y Luis Buñuel trabajaron en múltiples proyectos ricos en trama y problemáticas sociales. Sin embargo, sus posturas no podrían ser más diferentes. Mientras que Luis Alcoriza era un idealista en busca de que sus películas dieran pie a discusiones en beneficio a la sociedad, la postura de Luis Buñuel era la de una arraigada resignación, con la que sólo buscaba exponer el lado cruel de la sociedad sin buscar que esto se cambiara.

Con el filme de Los Olvidados, lograron develar un lado de las calles de México al que constantemente se le niega su existencia o al que se le prefiere evitar para eludir ser incomodado. El atrevimiento de ambos cineastas por hablar al respecto, al principio, derivo en un nada prometedor rechazo, pero después, en 1951, fue tan elogiada por la critica que le concedieron los premios Ariel a Mejor Guion Adaptado y a Mejor Argumento Original.

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