Lee el guion de Young Adult

Por Abraham Jaime Villavicencio

Una cualidad esencial de cualquier manifestación artística es la permeabilidad con la que absorbe las vivencias de sus autores. Sin embargo, pocos son tan consientes de eso como Brook Bussey-Hunt, mejor conocida como Diablo Cody.

Antes de forjar su exitosa carrera como guionista, nunca tuvo ambiciones de serlo. Su vida seguía un cauce tranquilo. Vivía con su esposo en Minnesota y trabajaba de mecanógrafa. A pesar de eso, sentía un genuino interés por la vida nocturna de la ciudad. Tal interés la llevo a participar activamente en un club nocturno y posteriormente la animo a dejar su trabajo y convertirse en una stripper de tiempo completo. Con la intención de compartir sus experiencias abrió un blog en internet llamado Pussy Ranch. Con ingeniosas dosis de humor relataba su experiencia como Stripper.

La creciente popularidad de su blog orillo a un productor de Hollywood a animarla a relatar sus memorias en formato de libro. Dicho libro se título Candy girl: a year of the life of an unlikely stripper. Posteriormente, con el apoyo del productor, escribió el primer borrador del guion que la llevaría a la gloria de su carrera como guionista: Juno. El resto es historia. Retratando las etapas de su vida, en cada una de sus obras, ha logrado intimar con infinidad de personas alrededor de todo el mundo. Ha trabajado tanto en televisión como en cine y ha tenido una carrera exitosa por decir poco.

Con Young Adult nos relata la historia de una mujer de mediana edad que regresa a su pueblo natal con el único objetivo reconquistar a su ex novio de la preparatoria, quien ya está casado y tiene una hija recién nacida. Se pueden vislumbrar algunos elementos autobiográficos como el hecho de que la protagonista llamada Mavis Garyz, interpretada por Charlize Theron, sea recientemente divorciada y una escritora exitosa. Es evidente la familiaridad con la que la escritora se relaciona con los personajes y la naturalidad con la que retrata las situaciones en las que implica a su protagonista.

La historia transcurre con elegante sencillez. Toda la narración se desarrolla a través de una sola trama y la escasez de subtramas pasa completamente desapercibida. El hecho de que sean pocos personajes, los que participan en la película, refuerza la sensación de intimidad que caracteriza a Diablo Cody. El conflicto de Mavis es de lo más mundano y su evidente depresión la hacen un personaje complejo del que personas con padecimientos similares pueden identificarse. La trama da una sensación de languidez y se pudiera pensar que no pasa nada, pero esto, más que un defecto, es de las partes más efectivas del guion. Ese recurso dialoga perfectamente con la atmósfera general de la historia y con la vida diaria del ciudadano promedio.

La historia es capaz de ponernos reflexionar sobre lo ridículo que nos podemos llegar a ver al perseguir un objetivo a todas luces patético. Mavis se ve constantemente envuelta en situaciones en las que nos es imposible evitar sentir pena ajena por ella. Su necedad es llevada al extremo y en respuesta a eso la incomodidad de las escenas asciende gradualmente conforme el guion se va acercando al clímax.

El mayor acierto de la película fue la habilidad del director para transferir la naturalidad del guion a la pantalla grande. Y es que, valga la redundancia, la puesta en cámara funciona de manera naturalista. Permitiendo, de esa manera, una visualización más orgánica de las situaciones de la película. También vale la pena mencionar, que hubo cambios drásticos de estructura en el producto final. Como es el caso de la erradicación total de la única subtrama existente dentro del guion y con eso la eliminación total de escenas enteras. También hubo escenas que se cambiaron de lugar en la cronología de la película.

En conclusión, el guion cuenta con un fuerte discurso detrás de una voz potente y sincera que es capaz de transmitirnos los conflictos más mundanos y convertirlos en un remolino de emociones capaz de mantenernos al filo de nuestro asiento.

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