El fabricante de laberintos

Por Sofía Espinosa

Recuerdos fragmentados, estructura y tiempo es lo que escuchamos al hablar del director y guionista español Oriol Paulo.

Con más de ocho años de trayectoria, sabemos que desde sus inicios Oriol ha crecido influenciado por grandes realizadores y novelistas de géneros como el thriller y el suspense, entre los más mencionados, Agatha Christie y Alfred Hitchcock.

La mayor parte de su reconocimiento, se remota a sus largos años de experiencia como guionista dentro del medio televisivo; Ecos (2006), Majoria absoluta (2004), Codi 60 (2011). Su reconocimiento como guionista en el cine, no fue hasta el filme “Los ojos de julia” donde participó como co-guionista junto con Guillem Morales.

¨Somos lo que hemos consumido¨. Oriol continuamente se ha considerado una persona sindicalista, cuando habla de guion y cine; un cine sin etiquetas que busca reivindicar la importancia y figura de un guionista.

Generar hábitos para este realizador es uno de los muchos consejos que nos aporta para poder entender la disciplina que conlleva escribir y crear relatos que transmutan a imágenes y encaminan a una interpretación; pequeñas acciones capaces de generar cambios caóticos o positivos durante nuestra historia.

Al hablar del trabajo de Oriol, entendemos el valor de ser activos dentro de sus argumentos. Estimular al espectador como a sus personajes, es una de las tareas más fundamentales al momento de construir cualquier historia, es por esto que recapitularemos un poco lo que entendemos por una estructura; la estructura es una herramienta que nos ayuda a conocer la forma, el tono y género de nuestra historia, un apoyo al cual recurrimos para dar avance y ser conscientes de no tener cabos sueltos dentro de nuestro guion. Utilicemos o no al pie de la letra cada una de las estructuras, el tenerla nos asegura tener conciencia de lo que queremos contar, hacía donde queremos llegar. Las palabras tienen un impacto poderoso y su importancia se intensifica al momento de darle una carga informativa. Una información mal recibida genera interpretaciones erróneas.

Así que por esta razón, para Oriol es crucial tener una buena estructura, por qué no sólo te ayuda a dar una evolución a tu historia, sino que también da verosimilitud a las palabras y acciones que vienen tras de esta.

Conocido como “El rey del thriller”, Oriol ha sido premiado y nominado en diversos festivales; Premios Goya, Festival Internacional de Cine Fantástico de París, Premios Gaudí, PIFF. En categorías como mejor nuevo director y mejor guionista, junto a su colega Lara Sedim.

Aprender a mirar sin filtros, es la constante reflexión que nos invita hacer Oriol a través de sus historias; ¿Quiénes somos?, ¿Quiénes hemos sido?  ¿Quiénes podríamos llegar hacer? Preguntas que nos incitan a modernizar nuestros propios conceptos y los diferentes caminos que tomamos de la vida. En ese sentido, qué conseguimos al generar una buena pregunta y qué respuesta queremos generar tras esta. El mundo tiene muchas capas, crear historias de segundas oportunidades es un sello que habla de los filmes de Oriol Paulo; “Cuerpo”(2012), “Contratiempo”(2016), “Durante la tormenta”(2018). Películas que generan un reto desde el primer minuto.

Pará este cineasta, el tener una buena estructura es una de las bases más importantes al momento de construir un guion, sea el género que sea. Pero cuando nos adentramos a explorar los mundos de este gran precursor del thriller, nos queda más que claro la conciencia de tener una buena estructura.

Para Oriol todo se basa en generar un buen hábito y dentro de este, encontrar historias que te hagan crear y explorar tu propia paradoja temporal.

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