Lee el guion de Jackie Robinson

Por Abraham Jaime Villavicencio

A pesar de lo prolífica que pueda parecer la carrera de algunos guionista o realizadores, la realidad es que hay un montón de guiones que no han podido abrir su camino hasta la pantalla grande. Esto es una realidad que no sólo afecta a los autores independientes, sino también a realizadores de la talla de Spike Lee.

Spike Lee es un reconocido director de cine, guionista y productor. Cintas como Do the right thing (1989), Jungle Fever (1991), Malcolm X (1992) y BlacKkKlansman (2018) conforman una parte de su trabajo altamente valorado por la crítica e imperdible para cualquier persona que se quiera dar un clavado en la exquisita carrera de este realizador.

La parte más destacada de su filmografía es una abultada colección de películas que critican el inmensurable racismo que habita en lo profundo de Estados Unidos y como el sector afroamericano de la población ha logrado sobreponerse a toda clase de dificultades, impuestas por una nación que se regodeaba en la discriminación racial. Jackie Robinson no podía ser la excepción.

Ante la reciente pandemia y con la cancelación de la temporada de la MLB como excusa, Spike Lee decidió hacer una visita a su baúl de proyectos sin filmar y deleitarnos con la liberación de un guion que él presenta como el guion de sus sueños. Lo escribió en 1996 y nunca tuvo oportunidad de filmarlo. Sin embargo, lo atesora con gran cariño y con la intención de hacer más llevadera la reclusión, lo publicó. Alardeando que no es sólo para los amantes del deporte, sino para cualquier persona con ganas de una gran historia americana.

El guion está basado en la autobiografía titulada I never had it made de Jackie Robinson. La historia está repleta de momentos entrañables, desgarradores y de tozuda valentía con la que el protagonista resiste a una constante exposición de situaciones humillantes. No podría ser de otra manera. Después de todo, Jackie Robinson ostenta el polémico título de ser el primer jugador afroamericano en engrosar las filas de un equipo de Las ligas mayores de Béisbol.

Al comienzo, se hace patente la naturaleza biográfica del guion al presentarnos a un Jackie viejo y aterido. Se nos introduce a su vida juvenil a través de una película que Rachel Robinson, su esposa, pesca en el televisor. En dicha película se retrata la trayectoria de un joven Jackie. Rachel se queda viendo la cinta y, con la ayuda de la magia del cine, nosotros con ella.

En primera instancia, es importante mencionar que el guion es character driven. Es decir, el conflicto interno cobra mayor relevancia que el conflicto externo. En las historias de esta naturaleza la trama es usada para proyectar, con mayor profundidad, el desarrollo del personaje. Con esto se logra una mayor conexión con el protagonista, porque generalmente se nos presentan personajes realistas y defectuosos.

En el caso particular de esta historia, Jackie está en constante pugna con su carácter belicoso, para no reaccionar de manera violenta ante las constantes provocaciones, a las que es sometido por gente racista, y ser echado del equipo. De esta manera, evita darle excusas a la comunidad norteamericana, para no integrar a gente de color en su sociedad. Es una presión acojonante y no podría sentirse tan vívidamente si se tratara de un guion concebido como plot driven.

El tiempo es una variable que el escritor debe tener la capacidad de moldear a su gusto. Algunas historias transcurren en tan sólo un par de días, otras en meses y algunas otras en años. Hay un sinfín de herramientas a las que el autor puede recurrir para marcar el paso del tiempo. Entre ellas las secuencias de montaje. El guion de Jackie Robinson está repleto de estás. Después de todo, es una historia que transcurre a través de una vida entera. No obstante, no hay una sola manera de hacer secuencias de montajes, por lo que la creatividad de Spike Lee para desarrollarlas de diferentes maneras es impresionante.

El guion tiene la particular cualidad de tener instrucciones de cámara escritas en él. Al tratarse de una obra en la que el escritor y el director son la misma persona, no es algo que sea reprochable. De hecho, es un elemento que ayuda imaginar cómo serían filmadas las escenas por el director y dota de una experiencia más cinematográfica a la lectura.

El guion acaba con una nota alta. No se trata de una conclusión en el que haya un enfrentamiento final entre Jackie y un antagonista. Más bien, se reduce a algo sumamente intimista. Algo tan humano y agridulce que estremece. Un final en el que Jackie sufre un paro cardíaco en manos de Rachel, yuxtapuesto con momentos del día en el que ganó la serie mundial y fue vitoreado por una multitud enardecida. Ambas escenas llegan a un punto climático juntas y te roban el aliento.

Es evidente el porqué del interés de Spike Lee por este guion. Las luchas sociales de gente afroamericana son un tema recurrente en su trayectoria y está historia cuenta con todas las cualidades para convertirse en un éxito fílmico. Es una verdadera lástima que nunca llegará a producirse. Al menos nos queda el consuelo de leer el guion y ser partícipes de una historia digna de la filmografía de este autor.

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