Lee el guion de Loveless

Por Daniela Guivini Salgado Correa

En el estándar de la industria se tiene considerado que una página de guion equivalga a un minuto en pantalla, pero sorpresivamente este guion, sólo contiene sesenta y tres, y la duración del filme es de dos horas con siete minutos; cabe recalcar que todas las escenas quedaron en el corte final, con cambios mínimos, así que, lo que tenemos aquí es un ejemplo extraordinario de una trama que recae profundamente en la narrativa visual y en el ritmo del montaje.

Este drama ruso de 2017 dirigido por Andrey Zvyagintsev, quien la coescribió con el guionista y novelista Oleg Negin obtuvo múltiples nominaciones en eventos de alto perfil. Entre los que se encuentran: los premios Oscar, los Globos de Oro y los premios BAFTA, todas en la categoría de mejor película extranjera o de habla no inglesa, pero, el reconocimiento que finalmente obtuvo fue el del Premio del Jurado en el festival de Cannes. 

La historia se centra en la búsqueda del hijo desaparecido del matrimonio fallido entre Zhenya, interpretada por Maryana Spivak y Boris, interpretado por Aleksey Rozin, quienes aún no se divorcian legalmente, pero están separados, ya haciendo su vida con otras personas. Le dedican toda su energía solamente a ello y a su trabajo, por lo que han caído en una inercia vacía donde las discusiones tóxicas son ya costumbre y el resentimiento, acompañado de un alto nivel de negligencia y desatención hacia su hijo, Alyosha (Matvei Novikov) es la única conexión emocional que queda entre ellos.

El ritmo pausado y el tono de corte realista generan una atmósfera de completa desidia e indiferencia que vuelve el panorama desesperanzador. Disecciona a una sociedad rusa conservadora, hipócrita y alienada; busca evocar y hacer crítica a toda una estructura social desde una situación particularmente delimitada para plasmar algo tan general y subjetivo como la pérdida de humanidad. Desde que en las noticias solo se escucha información sobre la guerra en Ucrania o la recalcada histeria en masa por el fin del mundo que pronosticaron los Mayas para el 2012; hasta, en términos visuales, la extensa búsqueda de Alyosha en edificios abandonados con aspecto postapocalíptico. 

Con esta cinta, Andrey nos habla de un desapego colectivo abismal, lo retrata directamente con los padres y no pierde la oportunidad de hacer alusión a que, además, es un ciclo interminable porque nos presenta a la madre de Zhanya, una mujer: severa, fría y cínica que raya en la crueldad. Pero, también lo plasma con la ineptitud de la policía y toda la brumosa burocracia que tienen que atravesar, pero, por encima de todo, su desinterés por los civiles. Temas, de hecho, recurrentes en su filmografía, tal como en su ganadora a mejor película de lengua no inglesa en los Globos de Oro y a mejor guion en Cannes, la renombrada Leviathan (2014) donde la vida cotidiana de los civiles se ve afectada por la abrumadora corrupción institucional.

Recapitulando, como en toda buena trama nos encontramos dos conflictos, el externo que en este caso es de tipo Hombre Vs Sociedad pero que se entremezcla demasiado con el de Hombre Vs Sí Mismo. Y esto es claro dado que mucho del arco de los personajes y su desarrollo emocional sucede internamente. Las consecuencias que acarrea su exceso de orgullo y ego que nublan su criterio. 

Se aprecia mucho que en ningún momento se intentan dar tintes de melodrama, lo cual vuelve más claro el mensaje de insensibilidad y la experiencia se internaliza más cruda y desgarradora. Solo hay un momento de exacerbación de sentimientos y es cuando los protagonistas llegan a un punto de quiebre, ya muy hacia el final de la trama, donde todo parece perdido y la acumulación de sucesos es demasiado aplastante. 

Como ya se mencionó, este es un drama sólido, pero, también navega por tintes interesantes de suspenso y misterio que están muy fundamentados en la provocadora cine fotografía de Mikhail Krichman. Están tan bien manejados estos aspectos que ya acercándonos al final no se sabe bien hacia dónde se dirige la trama o, más concretamente, el cómo podría acabar, cosa que pocas películas actuales logran efectivamente. Y quizá, este podría ser un recurso un tanto manipulador, pero funciona porque va acorde con la temática lúgubre y desamparada de la película, esa que incomoda y provoca ansiedad. Definitivamente un filme que ofrece una buena oportunidad de reflexión para aceptar que tanto nos reflejamos en esa inclemente y entumecida realidad retratada en pantalla.

Lee el guion AQUÍ. 

@EscribeCine