Voceros del deseo

Por Sofía Espinosa

 “A estas horas hasta el color de los labios se desvanece”

– El   Ángel exterminador (1962)

 

Cuando hablamos de no temer ser fiel a nuestra voz es indudable no mencionar al cineasta y director Luis Buñuel. Conocido como uno de los precursores del cine surrealista, Buñuel ha sido reconocido por defender su propia visión; para este gran realizador una de las prioridades más claras que debemos fomentar al momento de crear es el de ser firmes a lo que percibimos de la vida y del ser humano.

El arte nace de las emociones y deseos que encaminan al hombre a querer alcanzar un objetivo. Comprender lo que somos a través de nuestra mirada es la estructura más efectiva de llegar a lo más profundo de nuestro espectador,  el cuestionar se origina de lo individual para ser colectivo y así es como surgirá de manera natural las respuestas y reflexiones que deseamos provocar de nuestro propio arte.

Ser consumido por un pedestal, la incomodidad y el poder, era algo que refutaba Buñuel de sí mismo y los demás. Ser leal a su moral a través de la herramienta más poderosa conocida como “imaginación” fue el aliento de este director para poder alzar su voz.

Con más de treinta años de trayectoria Buñuel fue premiado y nominado en festivales como el BATFA, Ariel, Berlín, Cannes, Cahiers dú Cinéma, César, Moscow, Venecia, Premios Oscar en categorías como Mejor guion, Mejor guion adaptado, Mejor Dirección, Mejor sound track, Mejor película, Mejor película extranjera, Mejor guion original en las películas: “Los olvidados” (1950) “Subida al cielo” (1952) “El ángel exterminador” (1962) “Bella de día” (1967) “Nazarín” (1959) “Ensayo de un crimen” (1955) “Viridiana” (1961) “La joven” (1960) ” Ese oscuro objeto del deseo” (1977) “El discreto encanto de la burguesía” (1972) , entre otras.

Luis Buñuel también ha sido conocido por trabajar con artistas como Salvador Dalí, dentro de sus obras más destacadas “Un perro andaluz” (1929). Y laboral con su amigo y coguionista Luis Alcoriza. Buñuel igualmente formó parte importante de la época de oro del cine mexicano.

El ser cabal es uno de los grandes consejos que nos ha aportado este gran cineasta de renombre, y algo que debemos mencionar cuando hablamos de los filmes de Luis Buñuel, es el de la poderosa invitación de ser racionales, saber dónde estamos parados, de dónde venimos y a dónde queremos llegar. Tú como creador deberás impregnar en tu estética, estilo, puesta en cámara, montaje, sonido o personajes, la corriente artística en la que te estés desarrollando; comprender y compartir tus propios deseos y las observaciones que te llevaron a querer crear; reflejos de una lógica onírica o parecida a la realidad bajo la capacidad subconsciente que poseemos cada individuo.

Sabemos que el cine de Buñuel es conocido por sus tonalidades surrealistas y sus críticas humanas al poder y la burguesía, pero ¿qué es lo que realmente hace que su cine genere y racionalice un gran mensaje?

El arte es algo sumamente perceptivo, hay creadores y espectadores que muchas veces no estarán de acuerdo con aquella visión que has entrenado y posees. Creer en tu propia voz es la clave para crear una gran obra audiovisual o artística.

Recuerda que el arte no se vuelve arte hasta que sea compartido, si tu visión no encaja con la de otro individuo, no significa que no habrá nadie sediento por mamar tu conocimiento en tu obra expuesta.

Si estas interesado en replantear la dirección de tu obra, te invito a que observes la gran colección de filmes oníricos y puros de Luis Buñuel y así como él, podamos ser nombrados “voceros del deseo”.

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