Los contadores de historias 

Por Sofía Espinosa.

Desde nuestro origen hasta su actualidad, el contar historias se ha vuelto parte de nuestro ADN ; recuerdos, vivencias y emociones que llevamos tatuadas metafóricamente en forma de cicatrices durante generaciones, memorias lucidas y entretenidas que nos ayudan a vivir de nuevo otra vida en su estado presente.

Jonh Truby no solo nos ayudara a comprender cómo funciona una buena historia y su técnica para crearla, sino también a pensar y debatir el principio de un entendimiento, profundo y preciso de la interrogativa: ¿Todos contamos historias ?

Dentro del discurso que nos ofrece Truby se plantea la pérdida de visión de la escritura de un guion sea televisivo, cinematográfico, etc. Habla sobre un daño mecánico que genera el olvido de una idea en su estado más puro y natural, todo a consecuencia del mal planteamiento de las técnicas, estructuras y funciones que dan progreso a que nuestra historia funcione.

Como citamos anteriormente, es cierto que todos contamos historias, vemos, oímos y leemos, pero el problema y su diferencia se presenta, cuando llega el momento de contar una buena historia, en la que a través de su proceso se encontraran alternativas de un lenguaje para poder comunicarla; cine, televisión, novela, etc.

El cine nos brinda la posibilidad de ejercitar el arte de vivir, un estímulo que nos permite reconocer al otro en sus diferentes ámbitos sociales y culturales, un acto humano que permite generar una reconexión de una identidad fragmentada. Dicho esto también sabemos que el ser humano es conocido por tener intelecto, capacidad e inteligencia.

La inteligencia es la capacidad que tiene el ser humano para resolver un problema o circunstancia que se presentan a lo largo de su existencia y aquí te estarás preguntando qué tiene que ver todo esto con John Truby  y su Anatomía de guion, bueno como lo dice el título, es necesario conocer el principio del ser humano, una buena historia es orgánica no mecánica, un cuerpo vivo en desarrollo y es por esto que necesitamos saberlo.

Es importante para cada realizador nutrirse de los principios básicos de la escritura; muchos optan al igual que Truby leer filósofos en los que se encuentra Aristóteles y su Poética.

Tu como creador tienes el poder de reservar y ocultar una gran cantidad de información, donde harás partícipe a un público dentro de una historia, no solo por su trama sino también por hacerlo parte pensante de ella, por que cuando tu receptor deja de ser partícipe, tu público deja de ser público y tu historia se termina y toda buena historia, explica Truby, contiene ambas cosas, solo debemos hacer que nuestra historia crezca naturalmente desde su idea original.

El libro se divide en once capítulos :

  1. El espacio de la historia, el tiempo de la historia
  2. La premisa
  3. Los siete pasos clave de la estructura narrativa
  4. El personaje
  5. El argumento moral
  6. El mundo de la historia o mundo narrativo
  7. La red de símbolos
  8. La trama
  9. El tejido o entramado de escenas
  10. La construcción de escenas y el diálogo sinfónico
  11. La historia nunca acaba

« Un buen narrador no solo se limita a contar lo que ha ocurrido en la vida de alguien, si no que le ofrece la experiencia de vida » John Truby

A lo largo de libro Truby nos menciona que las historias son juegos verbales a los que juega el autor con su público, comenta que el narrador será aquel que invente sus personajes y acciones, actos que se encargaran de resumir los acontecimientos de tu trama de manera que el receptor los reciba en su forma más completa.

Cada realizador genera rutinas de escritura, procesos mecánicos adaptables a su lenguaje creativo adquirido, por lo que hablar de su transcurso, siempre estará el mencionar la obtención de una buena base; estructuras como mencionamos anteriormente. Pero no por esto, debemos perder de vista que nuestra historia y las vivencias de tus personajes siguen siendo humanas y que tu idea provino de una circunstancia, duda o situación de tus convicciones y percepciones de vida. Si perdemos esto de vista, nuestro trabajo de ser orgánico, resultara siendo mecánico y sin profundidad.

Los hechos son solo descriptivos, lo que realmente hace el narrador es seleccionar, asociar y construir momentos que hacen que su público tenga la sensación de vivirlos en su propia piel.

Dentro de lo consejos que nos ofrece este autor, se encuentra el de hacer que nuestro espectador logre entender las decisiones y emociones que impulsan a tus personajes hacer lo que hacen, procesos evolutivos y cambiantes de un código de crecimiento que nuestro público obtiene cuando logramos contar una buena historia.

Motivación y deseo son palabras que hablan sobre instintos que impulsan alcanzar alguna meta u objetivo que planteamos durante el transcurso de nuestra vida, en donde la mayor parte del tiempo, jamás habrá una certeza clara de los obstáculos que vendrán  a cambio de estas acciones. Sucede lo mismo con nuestros personajes y, su diferencia, parte de la creación, la perspectiva de lo que creemos que compone a un ser humano y también de que siempre seremos conscientes de los obstáculos que enfrentarán nuestros personajes por dichas acciones.

Todo se basa en actuar y aprender, así es como generamos buenos personajes y para esto debemos estar dispuestos a ponerlos a luchar « el drama es un código de maduración »

Escribir, narrar y aprender es un proceso que lleva toda la vida. El ser constante no basta, mientras no haya un buen enraizamiento de un conocimiento previo. Claro que todos sabemos contar historias, pero no todos desarrollan y entrenan su habilidad creativa para contarlas, algunos simplemente desaparecen sin haber contado una.

Este manual va dedicado a todo aquel que deseé contar una buena historia, aquel que este interesado en compartir de manera creativa la emoción que representa su vida. Jamás debemos crear por impresionar, siempre hay que ser conscientes que una buena historia debe ser orgánica y natural, solo entrenando, accionando y fallando podremos alcanzar, soñar y desear ser llamados los contadores de historias.

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